Hoy nuevamente ataca el comunismo con su brazo armado, tal
como sucedió el fatídico 6 de Noviembre de 1985 y que será recordado por
siempre como una fecha oscura y oprobiosa en la historia nacional. Las
diferencias en esta ocasión son los actores, la forma y el lugar, pero con el
fondo del vetusto comunismo marxista-leninista. Hoy se prende la luz verde en
Cuba para los presuntos diálogos de paz, entre el pusilánime grupo de Santos y
los criminales de las Farc, con la reunión de tres representantes de cada bando
para mirar la agenda propuesta y establecer los mecanismos a seguir. Diálogos que serán, sin duda alguna, diálogos
de sordos porque ambos grupos tienen intereses y puntos de vistas muy disímiles.
Pero aun así abordaran temas que pretenden definir el futuro nacional.
Mientras esto sucede allende las fronteras, en nuestro
territorio el país se derrumba de manera sistemática bajo la impávida mirada de
los gobernantes de turno en todos los niveles y regiones de la nación
Recordemos que el país está paralizado desde inicios del
gobierno del Sr Santos Calderón. Como la balada… “palabras, palabras, tan sólo
palabras”… nos vienen en vacilantes borbotones de boca del mandatario, pero con
cero propuestas serias y cero ejecuciones en los dos años y cuatro meses de
desidia gubernamental
Las regiones están en las físicas tablas, sin un peso para
sacar adelante sus proyectos de desarrollo, puesto que los dineros de las
regalías están engavetados para ser utilizados por Santos en su último año de
gobierno, como un medio de acceder a la reelección. Por ello no es extraño ver
y oír las promesas multibillonarias que cada semana se hacen desde la tribuna
presidencial.
La Salud está sumida en un caos terrible, total bancarrota
que presagia un desbastador final, todo por un irresponsable afán populista
oculto bajo el pretexto de darle atención en salud a la población más pobre y
desprotegida. Mala copia del Estado Bienestar que fracasó estruendosamente en
Europa a pesar del respaldo de Estados bien desarrollados social, económica y políticamente.
Como era lógico suponer, en Colombia el desastre se presentaría muy rápidamente,
por nuestra condición de país subdesarrollado y pobre, pero con ínfúlas de ricos
La Educación marcha al garete, sin planificación, pobre,
desarticulada, obsoleta y mediocre. Hasta una presunta reforma que nunca nació,
debido a las multitudinarias manifestaciones estudiantiles de oposición, se
cuentan entre los múltiples fracasos de este inepto y débil gobierno.
El paro de los transportadores dejó una vez más al
descubierto la inoperancia y la falta de gestión estatal, que tuvo que dar
reversa a una reforma a todas luces irresponsable y falta de estudios serios de
la problemática del sector
transportador, básico para la apertura económica y la competitividad que nos plantean
los diversos TLC firmados con países económicamente más fuertes.
A esta cadena de fracasos e improvisaciones se suma el
bochornoso escándalo de la reforma a la justicia, donde toda la nación salió
mal librada, especialmente el Congreso que se “espaturró” ante los indecentes
ofrecimientos del gobierno Santista, gestor y promotor del entuerto, que
después salió descaradamente a lavarse las manos.
Ahora, para variar, el país mira con asombro y perplejidad
la parálisis total del poder Judicial, que exige con probable razón, una
reestructuración de la inequitativa escala salarial que los cobija. Es un paro
muy perjudicial para el país y su institucionalidad, por ser la Justicia uno de
los más importantes servicios públicos que el estado presta a los colombianos y
pilar fundamental de la democracia. Para colmo de males a este paro se suman el
del CTI, el de la DIAN, el casi seguro paro del INPEC y las manifestaciones de
rechazo de todos los estamentos del SENA, por el proyecto que quiere acabar con esta prestigiosa
institución educativa.
Entre este sombrío y desalentador panorama nacional, resalta
la tétrica figura del Presidente Santos que se hace el desentendido anta la
gravísima situación actual; que prefirió irse a Cartagena a una francachela con
los ricachones de Latinoamerica, antes que hacer presencia en las regiones azotadas
por la violencia como Santa Marta; el
que ante su manifiesta incapacidad, se refiere con epítetos bajos y vulgares a
sus opositores, muy al estilo Chavista; el que se hace el loco ante los
continuos ataques terroristas de los facinerosos de las Farc, como el que ayer
destruyó un indefenso pueblo del Cauca; el que amanguala con los enemigos de la
democracia y la paz para poner de rodillas a todo un país en una mesa de
diálogos en Cuba, sólo por sus egoístas y miserables deseos de figuración y
reelección.
Jayne El Villatero
Jayne El Villatero