miércoles, 13 de febrero de 2013

¿A DÓNDE NOS LLEVARÁ SANTOS?


¡¡LA MESA DE LA VERGUENZA!!
Es triste reconocerlo, pero Colombia retrocedió a los años 2001 y 2002 con este Gobierno. La situación general es grave, por cuenta de las FARC, el ELN, las BACRIM y la proverbial ineptitud del Presidente Santos.
El suroccidente del país está en manos de la guerrilla narcotraficante, desde Chocó a Nariño, frontera expedita para sacar la droga rumbo a Centro y Norteamérica. En el Chocó hay un paro armado propiciado por las Farc que lo mantiene aislado vía Quibdó desde hace varios días, con los consecuentes problemas que la situación acarrea. En el Cauca, Valle del Cauca, Nariño, Tolima y el Huila el tema cotidiano es el asesinato de policías, de niños y población civil; secuestros y desplazamiento forzado; atentados contra pueblos con destrucción de escuelas y viviendas; robo, intimidación y extorsión. Igual situación se registra en la frontera con Venezuela desde la Guajira hasta el Arauca. Ayer (Feb/11) los narcoterroristas dieron  muestra de su cobardía al hacer estallar una casa bomba en Miraflores, Guaviare, donde murieron un niño de escasos 10 años y otro policía, además de 27 heridos graves por la explosión
Hace algunos días el Señor De la Calle, plenipotenciario del gobierno en la Habana, se mostró “indignado” por las criminales acciones de las Farc, que consideró “inaceptables y que en nada contribuían al proceso de paz”. Inmediatamente la guerrilla respondió con el anuncio de la liberación del soldado y policías secuestrados, como una muestra de sus buenas intenciones por la paz. El reclamo de De la Calle y la respuesta de las Farc fue toda una farsa, torpemente montada por los miembros de la mesa de diálogos para mostrar fortaleza del gobierno y compromiso de las guerrilla con el proceso, cosas muy lejanas a la realidad. Cómo es de suponer, la liberación culminará con el show a que  nos tienen acostumbrados, con participación del CICR, Piedad Córdoba y los mamertos de Colombianos por la Paz, con el impactante  cubrimiento de los medios de prensa afectos al gobierno y a los bandidos.
Más recientemente Santos declaró en Neiva, “exaltado”, que la destrucción de las escuelas en Nariño y Cauca era un “acto cobarde y repudiable de las Farc”; pero no se refirió a la muerte de los niños y policías en esos actos y menos aún habló en razón de los recientes atentados, de la posibilidad de levantar la mesa de diálogos, donde las Farc exhiben los mismos argumentos  desde 1952 y refrendados en 1963 y 1999. El Sr. Santos hace una floja condena a los actos criminales de los sediciosos, por su evidente falta de valor para exigirles el cese de los actos terroristas por temor a poner en peligro las conversaciones en Cuba en perjuicio de su  futura reelección.
El accionar de los subversivos y la ineptitud e inoperancia del gobierno, se ven reflejados en la caótica situación general del país. La Economía va en caída libre, el país se empobrece rápidamente, la brecha de la desigualdad se ensancha  y la violencia crece de manera vertiginosa.
La locomotora minera está a punto de descarrilarse por los obstáculos que  han puesto en sus trochas. En la trocha carbonífera, la huelga en  Cerrejón y la suspensión de licencia de la Drumon producen pérdidas diarias del orden de los  seis mil millones de pesos, afectando gravemente la economía en toda la Región Caribe donde más de diez mil familias dependen de la actividad minera de estas multinacionales; a ello hay que añadir los atentados  al ferrocarril minero por parte de las Farc. En la trocha petrolera los continuos atentados al oleoducto, que han crecido en un 250%, los secuestros y las intimidaciones a trabajadores de las petroleras comienzan a surtir sus efectos, como el estancamiento del crecimiento de la producción diaria que debería estar por encima del millón de barriles diarios y al hecho de que ya varias multinacionales están estudiando la posibilidad de marcharse del país. A esta lamentable situación del sector petrolero se le suma el hecho de que las Farc son las principales promotoras y beneficiarias del gigantesco contrabando de gasolina desde Venezuela, con el beneplácito del gobierno de ese país.
La locomotora de la construcción verá afectado su andar por cuenta de la estrepitosa desplome de las licencias de construcción, que de manera global cayó 18%. El rublo más afectado fue el de la  vivienda de interés social bajo 32%. Esta caída se sentirá en 2013 trayendo como consecuencia la caída en más de 24 sectores que tienen estrecha relación con la construcción como el cementero, financiero, ferretero, electrodomésticos y muchos otros; aumento en el desempleo de mano de obra no calificada y de mediana calificación del sector, así como caída del empleo en los sectores relacionados. La economía nacional se verá afectada gravemente por ser este uno de los sectores generadores de mayor riqueza.
La locomotora industrial presenta un aspecto desolador. La producción industrial cayó de manera considerable afectado por el bajo consumo y las miopes políticas del Banco de la República, que mantiene revaluado el Peso frente al Dólar y en peor condición frente al Bolivar que sufrió una devaluación del 50%. Indefectiblemente, nuestras exportaciones distintas al petróleo seguirán a la baja y las importaciones seguirán creciendo por el bajo precio del dólar. A esto también debemos añadir la proliferación de TLCs  suscritos con países que tienen una  mayor ventaja competitiva frente al nuestro.
Por los lados del sector Agrícola y Agropecuario la situación no es menos crítica. Los caficultores están en bancarrota por cuenta de la caída de la producción y los bajos precios internacionales. El Presidente Santos, que dicho sea de paso recibió una monumental rechifla en la reunión en Chichiná, les ofreció a los cafeteros una miserable ayuda económica que en nada soluciona la crisis cafetera. Los floricultores han visto afectadas sus exportaciones por la revaluación del peso y la caída de producción debido a los cambios climáticos. Los agricultores de pan coger son afectados por la violencia narcoguerrillera que cuando no los asesina, los secuestra, los despoja de sus tierras o los desplaza en condiciones infrahumanas a los centros urbanos. A esta triste situación sumemos el incremento de la importación de productos como arroz, maíz, café, trigo, azúcar y leche. Tampoco olvidemos el creciente contrabando de ganado en pie y leche en polvo desde Venezuela, al igual que el contrabando de otros productos agrícolas y agropecuarios desde el hermano país por los bajos precios que allí registran.
Esta terrible situación no parece conmover al gobierno central, que parece encaminar todos sus esfuerzos a cambiar la débil imagen del Presidente, pensando en su reelección. El País se ha convertido en una ruinosa barcaza que navega al garete, sin timonel, sin brújula y sin faro, rumbo al Triángulo de las Bermudas económico, social y político donde se destruirá o desaparecerá como nación.
Tengo que reconocer que mi cuñado Boris tiene toda la razón cuando dice: “¡Mire hermano, a este país se lo llevó el putas… Esto es un colosal mierdero!”
Jayne El Villatero