Escasamente acaba de cumplirse un año y un mes de la presidencia del Señor Juan M. Santos y ya sus quitamotas de oficio han comenzado a mover su reelección. ¿¡..!?. Aquí cabe una pregunta pertinente: ¿Cuáles son los merecimientos del Señor Santos para optar a un segundo mandato?
Pongamos en orden esta discusión. Solo ha transcurrido el 25% del mandato total probable del Presidente. Creo que un año no da pie para calificar como positiva o exitosa la gestión de Juanma, especialmente cuando han sido más los desatinos, los fallos y protuberante la inercia de su acción ejecutiva. Para muestra un botón: en los primeros nueve meses del 2011, sólo se ha ejecutado el 30% del presupuesto anual..
Entrando en materia, el Señor Santos ha tendido varias cortinas de humo para ocultar sus yerros e ineptitud. Primero nos salió con el “¡Gigantesco fraude de Cuatro y medio Billones de pesos al Sector Salud, por parte de las EPS!”, según palabras textuales. Montó todo un show mediático con alocución presidencial en horario AAA y todo, por los diversos medios de comunicación nacional. ¡Puro bla-bla y humo! Hasta ahora no ha podido mostrar que el fraude supere el 10% del valor mencionado. Después monta otro espectáculo en el Congreso con sus lagartos aduladores, para lograr que los Padres de la Patria aprueben la Ley de Reparación de Victimas y Restitución de Tierras; la más grotesca burla que se hace a los verdaderos desplazados por la violencia. Su bomba se reventó antes de tiempo, porque no adicionó un sólo peso al presupuesto del 2012 para honrar esta ley, que ni siquiera se ha reglamentado. Para tapar esta otra defecada presidencial, nos tiró el cuento de otro fabuloso fraude en la Dian, que según él, “conmoverá al país entero”. ¡Otra lamentable pifia del Señor Santos!. Capturaron por allá al norte de Bogotá, a una señora que tenía un negocio de exportaciones ficticias de chatarra y obtener así el recobro del arancel. Con ella capturaron a una Secretaria y al chofer.¡ Se tumbaron una Pichurria! Silencio total. Me imagino que Juanma pensaría, si es que piensa,..”¡Ñeeerda…y ahora ¿qué hago para tapar esta otra cagada?”…Bueno allí mismo volvió a los medios a decir que haría un revolcón total al sistema de salud nacional y …nada de nada de nuevo. ¡Qué vaina con este Señor! No me extraña que tenga la nariz así de grande.
Pero lo más grave, que ya mucha gente no recuerda o no le para bolas, es a su falta de liderazgo y de gestión frente a la gran tragedia en que sumió el invierno a gran parte del país, particularmente a la Costa Atlántica. Allá todavía siguen inundados y destruidos esos pueblos que sufrieron el estrago de las lluvias. Hay hambre y miseria. Se perdieron los cultivos y el poco ganado que había. Abundan las enfermedades y toda clase de plagas. Los niños no van al Colegios, porque estos desaparecieron o son utilizados para hacinar allí a los pobladores de las zonas afectadas…En fin desgracia y abandono total!
Este impenitente e imperfecto viajero, con dineros del erario público que no de su bolsillo, también nos trató de vender el otro cuento de la normalización de las relaciones con nuestros incómodos y quisquillosos vecinos, Venezuela y Ecuador; pero no tenemos ningún tipo de intercambio comercial con ellos, especialmente con Venezuela que era el primer aliado del Colombia en todos los órdenes. ¡Esos son nuestros nuevos mejores amigos, que hasta corretean a funcionarios del presente y anterior gobierno!
Otra muestra de su ignorancia y desgreño administrativo, su ineptitud, falta de visión y de compromiso con la Nación, son sus posiciones y decisiones camaleónicas, vaya Dios a saber con qué intenciones, que han acabado con la seguridad que habíamos ganado en el gobierno de Uribe. El país había retornado a la libre movilidad por carretera a todos los destinos nacionales; el turismo nacional e internacional se incrementó; creció la inversión en minería y en el sector agrícola; el consumo interno aumento por el acceso de los productos agropecuarios a los mercados de las grande ciudades y en general el clima de bienestar social mejoró. Pero, bendito sea Dios, la llegada del Presidente Camaleón y su corte dio al traste con todos esos logros. Retrocedimos al 2000. La Farc se fortaleció y se reorganizó. Aumentaron sus acciones criminales y terroristas. Tienen prácticamente paralizados al Cauca, Nariño, Huila, Caquetá y Arauca. Este fin de semana (entre el 23 y 25 de Septiembre) atacaron cobardemente a las poblaciones de Silvia, Caldono, Toribío y Jambaló. Ya se habían infiltrado en las protestas laborales, incentivadas por las insanas declaraciones del agreste Vicepresidente, en los campos petroleros de Pacific Rubiales; igualmente en las marchas de los docentes en Bogotá, las protestas de la Universidad Distrital y en las reclamaciones de los trabajadores en las plantaciones de palmeras de Pto. Wilches. Esto sin contar los disturbios en Pasto y otras poblaciones.
A lo anterior tenemos que sumar los altísimos niveles de delincuencia organizada en casi todas las ciudades. Los atracos, los paseos millonarios, el fleteo, los homicidios y las violaciones son pan nuestro de cada día. En Medellín, Cali y Montería se han presentado balaceras al mejor estilo del viejo Medio Oeste…¡Hasta la Policía permanece encaletada por físico miedo a la situación general de inseguridad en que vivimos... y pare de contar! A todo esto, sale al quite el Camaleón viajero diciendo que aquí no pasa nada (como el Pibe: “todo bien, todo bien”), que son puras “apreciaciones subjetivas” de los enemigos del gobierno. ¡Nojoda, qué cinismo Juanma!
Pero el colmo del desatino y la ignorancia del acaecer Latinoamericano fue la distinción de “Estadista del año en América” que le dieron en Canadá al Pinocho Colombiano. ¡Qué barbaridad tan bárbara, loco!, como diría mi amigo El Bachi. Ahora puedo asegurar sin temor a equivocarme, que existen los extraterrestres, porque no de otra manera se explica el exabrupto de los canadienses. ¿No será mamadera de gallo de estos monos? ¡Hum!
Jayne El Villatero
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