jueves, 18 de octubre de 2012

¡DOBLE MORAL ASQUEROSA Y MISERABLE!


Con motivo de la elección del posible remplazo de Eduardo Merlano en el Congreso,  destituido por el Procurador General, que sería Astrid Sánchez Monte de Oca hermana de Odín Sánchez quien se encuentra preso por su relación con Paramilitares, se han levantado “voces indignadas” en el Poder Legislativo por la relación filial de la posible nueva congresista y el político preso. ¿Acaso es delito ser familiar de una persona presa por sus presuntas relaciones con delincuentes?
Esta conmoción de los congresistas (¡ahítos del dulce manjar de las prebendas que les entrega el gobierno Santista!), no es más que un sofisma de distracción para ocultar sus actividades en la presente legislatura, encaminadas a estructurar una Ley que le permita a los criminales narcoterroristas de las Farc el ingreso directo al Congreso sin los afanes e incertidumbres de elecciones libre y democráticas.
El origen de esa infame propuesta que se abre paso en el máximo órgano legislativo es la “preclara inteligencia”  del mamerto Fiscal General, que además propone impunidad total con el perdón y el olvido de sus violentas acciones. A esto se suman los incentivos y dádivas sociales, políticas y económicas que tendrían los bandidos de la guerrilla comunista.
Tal parece que en Colombia la delincuencia tiene sus categorías. Las Farc son asesinos y delincuentes de Primera clase; los paramilitares de segunda; las Bacrin y la delincuencia común son de tercera para abajo. Esto es claro de ver porque a los Paramilitares se les exigió desmovilización, entrega de armas, reparación a víctimas y declaración de toda la verdad de sus acciones; pero además en el Congreso se estudia un proyecto de Ley que los castigue duramente con penas hasta de 40 años de cárcel si se niegan a decir la verdad. Por el contrario, de manera extraña y sospechosa, a la guerrilla narcoterrorista no se le exige nada y en cambio se les ofrece la posibilidad de integrarse plenamente a la sociedad colombiana con todas las posibilidades abiertas, si se llega a un acurdo de paz con el gobierno. En esto también tiene que ver mucho el izquierdista Fiscal General, que ha sostenido públicamente en diversas ocasiones, el exabrupto de que la Paz está por encima de la Justicia, en contravía de los dogmas jurídicos, morales y del parecer de todos los organismos e instituciones de derechos humanos, de justicia y reparación. El Fiscal quiere una Paz como la de Cuba, Corea del Norte y hasta de los campos de concentración: sin libertades, sin esperanzas, sin bienestar y sin desarrollo de iniciativas personales. Una Paz totalitaria como la expuesta por la vetusta y anacrónica ideología bolchevique socialista, sería la que se suscribiría con la caterva de criminales en las reuniones de Cuba. Esa es la base de la propuesta de las Farc.
¿Qué es lo que busca el insensato y femínio  Presidente Colombiano con la farsa burlesca que ha montado con las Farc?... ¿Qué pasó con su dura posición frente a la guerrilla narcoterrorista cuando era Ministro de Defensa?... ¿En dónde quedaron sus promesas electorales de combatir hasta el exterminio a esa banda de delincuentes y criminales?
Creo que esas preguntas se podrían responder así: El Sr. (¿.?) Santos sólo busca figuración personal internacional, quiere publicidad y florituras de admiración que satisfagan su miserable ego, acorde con su dudosa hombría. Engañó a los colombianos y al Presidente Uribe con sus posiciones y manifestaciones contra las Farc, los Castros y Chávez para acceder a la Presidencia y desde allí revelar sus verdaderas y torvas intenciones, que no son otras que las de emular al Comandante y Camarada venezolano, por quien siente una inocultable admiración y una irrefrenable atracción.
Las fementidas reuniones de Oslo y La Habana no llegarán a un puerto seguro porque están montadas sobre intereses personales, la burla y la mentira
¡Es una doble moral sucia, asquerosa y miserable la que manejan todos los poderes del Estado Colombiano!... ¡Qué vergüenza!
Jayne El Villatero.