lunes, 6 de febrero de 2012

¡AAATENCIÓN… AAARRODILLARSE… ARRR!


El Tribunal Superior de Bogotá en su oscura y sospechosa sabiduría, falló en el caso de la toma del Palacio de Justicia por el M-19 en el sentido de que, palabras más palabras menos, el Ejercito Nacional de Colombia debe pedir perdón en la Plaza de Bolivar por la liberación del Palacio que habían tomado a sangre y fuego la delincuencia guerrillera con apoyo del tristemente célebre Pablo Escobar, amo y señor del narcotráfico en América. Así mismo dicho tribunal confirmó la absurda y canalla condena a 30 años de prisión al Coronel Plazas, uno de los héroes de la liberación, por salvar la vida  a centenares de compatriotas y devolver la gobernabilidad a la nación. Como remate de lujo a su decisión los “honorables magistrados” pidieron que el Ex Presidente Belisario Betancourt fuera investigado por la Corte Penal Internacional, ignorando que el convenio de sometimiento a esta Corte se realizó en el año 2002, y que por tanto dicho organismo no tiene competencia sobre situaciones anteriores a dicha fecha.
En lo referente a la petición de perdón por parte del Ejército,  lo que en realidad quieren estos “guardas de la justicia” es que nuestras gloriosas Fuerzas Militares se arrodillen ante el M-19, que nuevamente se toman a Bogotá, pero ahora desde la Alcaldía Mayor; que se humillen ante esos mismos que destruyeron el Palacio de Justicia, asesinaron a mansalva a los magistrados de la Corte Suprema, a inocentes ciudadanos y miembros del Ejército.
Todos sabemos qué clase de personas integran hoy por hoy a las altas Cortes, Tribunales y Juzgados en general. Conocemos sus oscuros intereses, sus inclinaciones políticas e ideológicas; por ello no podemos aceptar la infame sentencia del Tribunal, que no sólo condena sin prueba alguna al Coronel Plazas, sino al Ejercito Nacional y al mismo Estado. Para ellos, las Fuerzas Militares son toda una Empresa Criminal; el Coronel Plazas es un asesino, por ayudar a liberar a los secuestrados en el Palacio de Justicia, y el Estado es cómplice de este delito, porque el Presidente Betancourt ordenó al Ejército rescatar a nuestra justicia y defender la institucionalidad sometida por la irracional delincuencia narcoterrorista.
Este fallo es el desquite de la extrema izquierda, que ante la fallida acción  de esos nefastos 6 y 7 de Noviembre, la emprendió contra el Coronel Plazas y el Ejército en general, por medio del Dr. Poveda Perdomo (hombre de confianza del Dr. Yesid Ramirez de reconocidos vínculos con el narcotráfico), militante activo del Polo Democrático (M-19 y Partido Comunista Colombiano) en el Departamento del Huila, donde aspiro a los primeros cargos de la región. ¡¡Blanco o rosado y ovalado la gallina lo pone!!
Finalmente, me llama dolorosamente la atención y me preocupa el “estruendoso” silencio del Ministerio de Defensa y de los altos mandos militares ante la miserable sentencia del Tribunal Superior de Bogotá. ¿Será que tienen miedo a manifestarse?... ¡Hombre, compren un Dóberman!... ó… ¿Será que recibieron órdenes del Presidente Camaleón de guardar silencio?... ¡Si eso es así,  nos confirma  la deficiencia gonádica severa que sufre nuestro (¿…?)  primer mandatario!

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